Factoring con o sin recurso
Atendiendo al tipo de contrato podemos encontrar diversos tipos de factoring, lo que al contrato se refiere. Entre el factoring sin recurso y con recurso existe una gran diferencia, cada uno se define haciendo referencia a que parte, si el cliente o la empresa de factoring, asumirá el riesgo de impago llegada la fecha de vencimiento. A continuación, detallamos ambas modalidades.
Sin recurso
Esta modalidad funciona de igual manera que el factoring con recurso, sin embargo, en caso de impago es la entidad factor la que asume el riesgo.
La empresa cedente está libre de responsabilidad si el deudor se declara insolvente.
Esta opción es la más solicitada por las pequeñas y medianas empresas, ya que es una opción que aporta la seguridad de que cobrarán su trabajo. Y también porque se trata de una operación rápida que garantiza la máxima protección frente al riesgo de insolvencia.
Es muy indicado, en especial, para empresas en crecimiento, que no pueden permitirse acumular impagos que puedan lastrar.
Con recurso
Se trata de un contrato de factoring en el que el vendedor cede las facturas a la entidad financiera, que por su parte le adelanta el cobro, descontando del importe un porcentaje por motivo de intereses y comisiones. Si llegada la fecha de vencimiento, el deudor de la factura no efectúa el pago, la entidad financiera no asumirá el impago ni el riesgo de la transacción comercial, ocupándose únicamente de la financiación y gestión de cobro. Es el propio cliente quien asume el riesgo de insolvencia de los deudores, pudiéndose retroceder a éste el importe anticipado de los créditos impagados.
Es muy indicado para empresas que venden a deudores de solvencia contrastada o sector público, y que por tanto no quieren pagar una comisión por asegurar ese riesgo.
Al optar por la financiación no bancaria, estas modalidades de factoring, no sumarán CIRBE. La Central de Riesgos del Banco de España es un servicio público donde constan todos los préstamos, créditos, avales, y riesgos en general que las entidades financieras tienen con sus clientes. De este modo, la empresa mantendrá su riesgo bancario intacto y la posibilidad de solicitar un préstamo a su banco sin problemas al no saturar sus líneas de financiación bancarias.