Qué es un warrant y cuándo invertir en él

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Vamos a explicar a continuación una forma de inversión poco común: los warrants. Lo primero que debemos decir en torno a los warrants es que es recomendable para inversores con experiencia. Tanto a nivel empresarial como particular, si es la primera vez que te acercas a La Bolsa con la intención de invertir, será más recomendable apostar por otras formas más comunes de inversión, como la simple compra de acciones. La razón de ello es que los warrants dependen de una gran cantidad de factores externos y son, como veremos a continuación, una apuesta sobre cómo creemos que evolucionará el valor accionarial de una empresa. Qué es un warrant Antes de entrar en materia vamos a intentar definir de forma sencilla qué es un warrant. En un primer acercamiento hemos comentado que es como si estuviéramos realizando una apuesta. Este argumento es una buena forma de explicar, de forma muy sencilla con el objetivo de que todos nos entiendan, qué es un warrant. Decimos que es como apostar porque lo que estamos adquiriendo es un derecho de compra o venta de una acción, no una acción en sí misma. Lo explicamos. Imaginemos que entro en la Bolsa y decido invertir en acciones que tienen un valor en el mercado de 6 euros. En este caso, compro la acción y especulo con ella, tanto tiempo como desee, hasta que considere que he obtenido el máximo beneficio esperado. Puedo esperar, por ejemplo, hasta que esa acción suba hasta los ocho euros, de manera que habré ganado dos euros en el momento en el que decida venderlos. Con un warrant lo que adquirimos, a un precio menor, es el derecho a comprar esa acción en un tiempo concreto. Volviendo al caso anterior, adquiriría un warrant por un valor inferior a los seis euros y a seis meses. Esto significa que, en seis meses, debo decidir si adquiero el valor entero o no, pero no al precio que se marque dentro de seis meses, sino al precio que tenía cuando adquirí el warrant. De ese modo, si pasados seis meses esa acción pasa a costar siete euros, yo sólo pagaré por ella seis euros, puesto que adquirí previamente un warrant de compra. Habré ganado un euro de valor, al comprar un euro más barato que el valor de mercado. Por ello, el warrant se considera una apuesta. En el caso anterior, apuesto a que esa acción va a subir de valor y, si es así, obtengo un beneficio de ello. Puedo hacer lo mismo a la baja. Imaginemos que consideramos que las acciones de una empresa van a caer en picado a seis meses vista, y que en el momento inicial se encuentran a ocho euros. Puedo adquirir un warrant (en este caso se denomina warrant put), con valor de siete euros. Si, efectivamente, se ha cumplido mi pronóstico y la acción cae hasta los cuatro euros, yo tendré derecho a venderlas a siete euros, y comprarlas a cuatro, de manera que ganaría tres euros con cada acción. Warrant: tipos Básicamente existirían dos tipos de warrant: put y call. El warrant call hace referencia a la adquisición de un derecho para la compra posterior de las acciones. Con el warrant put lo que adquiero es un derecho de venta de ese valor. Desventajas de warrant En un análisis inicial, la principal desventaja de utilizar este tipo de inversión es que es necesaria una gran experiencia en el ámbito de los mercados. Experiencia que nos servirá para que, en efecto, seamos capaces de ‘apostar’ en la correcta dirección, asunto del que dependen una gran cantidad de factores. Por ello, insistimos en la idea inicial de este artículo: acércate con precaución a los warrants, ya que requieren de conocimientos avanzados para que la inversión pueda ser rentable.