¿Qué es la balanza de pagos?

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A continuación te contamos qué es la balanza de pagos, cuál es su estructura y los diferentes tipos que existen. ¡Vamos a ello!

Definición de balanza de pagos

La balanza de pagos es un documento contable que registra todas las operaciones derivadas del comercio de bienes y servicios y de los movimientos de capital entre unos países y otros. Así, recoge tanto la totalidad de los ingresos que tiene un país (fruto de sus exportaciones de bienes y servicios, así como de la entrada de capital extranjero por la venta de activos financieros nacionales) como el conjunto de sus pagos (como consecuencia de la compra de bienes y servicios al exterior y de la adquisición de activos financieros externos).

Estructura de la balanza de pagos

La balanza de pagos utiliza una técnica de contabilidad llamada contabilidad de partida doble. Según este método, cada transacción realizada produce un crédito y un débito por la misma cantidad. O sea, se anota dos veces cada operación: por un lado, se registra el valor del ingreso (el dinero que se consigue a cambio de una mercancía o un servicio exportado) y por otro lado se cuenta el valor del pago (el dinero o el precio de la mercancía entregado a cambio). El saldo final de la balanza de pagos siempre es igual a cero, ya que es el resultado obtenido de sumar todas las operaciones de las columnas de ingresos y de pagos. De ahí el nombre de “balanza”. Esto no impide que la balanza de pagos pueda tener déficit o superávit en alguna de sus subcategorías, como vemos a continuación. La balanza de pagos está formada por dos grandes subcategorías:

1) La balanza por cuenta corriente

Incluye todas las transacciones económicas de bienes y servicios con flujos de ingreso o pago que un país tiene con otros durante un año. Se compone de cuatro categorías:
  • Balanza comercial: importaciones (los pagos) y exportaciones (los ingresos) de bienes, de mercancías (la fruta, la energía eléctrica, el jamón, el vino, etc. etc.).
  • Balanza de servicios: importaciones y exportaciones de servicios (turismo, transporte, seguros, comunicaciones…)
  • Ingresos o rentas: rentas de la propiedad industrial (por explotación de patentes, por derechos de autor…), rentas del trabajo (salarios por trabajos realizados para una empresa extranjera) y rentas de inversión (intereses de préstamos, dividendos…)
  • Transferencias corrientes: pagos de dinero sin recibir nada a cambio (por ejemplo, las remesas enviadas por los emigrantes o los ciudadanos de otros países).

2) La balanza por cuenta de capital y financiera

Mide todas las transacciones económicas internacionales de activos financieros. La cuenta de capital se divide en:
  • Cuenta de capital o transferencias de capital: incluye las operaciones unilaterales, en las que no se entrega o recibe nada a cambio. Por ejemplo, los fondos europeos para el desarrollo regional, los premios artísticos o la liquidación de herencias.
  • Adquisición o venta de activos no financieros: la tierra, las patentes, etc.
  • Cuenta financiera: contabiliza la inversión directa (en empresas o inmuebles), la inversión de cartera, de valores negociables (acciones, títulos de deuda pública y otros instrumentos financieros como las opciones y los futuros) y otras inversiones (créditos comerciales, depósitos bancarios, préstamos entre instituciones financieras internacionales, etc.)
La balanza de pagos incluye otros dos apartados: variación de reservas –derivada del comercio internacional de los activos de reserva, como el oro y las monedas extranjeras-, y errores y omisiones, donde se recoge el valor de las operaciones no registradas y que permite finalmente cuadrar las cuentas a cero. Como se ha indicado, las subcategorías sí pueden registrar déficit o superávit. Así, si la balanza por cuenta corriente tiene déficit quiere decir que el país importa más de lo que exporta, lo que será negativo para su economía. Si tiene superávit, indica que exporta más de lo que importa, lo que implica que el país es capaz de atender a su demanda interna y, además, producir para el extranjero.

Balanza de pagos en España

El importe ingresado entre enero y marzo de 2018 en nuestro país ha sido idéntico al pagado, de 112.900 millones de euros, con un superávit de 3.300 millones en la balanza de bienes y servicios, superior a los 2.600 millones de un año antes. La balanza de rentas primaria y secundaria (rentas del trabajo, de la inversión, impuestos, cotizaciones, prestaciones sociales y transferencias corrientes) ha registrado un déficit de 3.300 millones, por encima de los 3.100 millones obtenidos un año antes. En términos acumulados de doce meses la economía española ha registrado en marzo una capacidad de financiación por importe de 25.600 millones, frente a los 24.800 acumulados en el conjunto de 2017.   Otros artículos: ¿Qué es el Factoring?