Qué es el punto de equilibrio y cómo conseguirlo
Para empezar un negocio hay que invertir. Es una de las premisas básicas de una actividad empresarial. La inversión puede variar, en función de la envergadura del negocio. El concepto de punto de equilibrio está íntimamente relacionado con esta necesidad de aportar capital cuando una empresa da sus primeros pasos. En una organización del ámbito industrial, que suelen requerir una mayor inversión en investigación, maquinaria, etc., el punto de equilibrio tardará más en alcanzarse. Mientras, un autónomo que ofrezca servicios para empresas tardará menos en llegar a su punto de equilibrio, puesto que necesitará una inversión inicial menor. Este acercamiento habrá servido para hacernos una idea de qué significa alcanzar el punto de equilibrio en un negocio, aunque vamos a explicarlo a continuación de forma concreta y completa, para entender a la perfección este concepto.
El punto de equilibrio es el momento en el que una empresa ni gana ni pierde dinero, por lo que su beneficio de actividad es cero. Si la empresa estuviese por debajo del punto de equilibrio es síntoma de que está sufriendo pérdidas. Si está por encima del punto de equilibrio, es que está comenzando a tener beneficios.
Se podría decir, por tanto, que es una fase más dentro del proceso vital de una empresa. Para realizar las inversiones que nos permitan comenzar una actividad necesitamos financiación. Procesos por los cuáles una entidad (bancos, inversores, entidades financieras, etc.) nos adelanta un dinero que luego tendremos que devolver. Estos préstamos lastran las cuentas globales de la compañía. Nos impiden llegar a ese punto de equilibrio, aunque la evolución de la compañía sea favorable. Cuando ingresamos más de lo que gastamos hemos superado ese punto de equilibrio.