En este artículo explicaremos cuáles son las principales partes del contrato de Factoring y todo lo que debemos saber al poner en práctica este método de financiación cada vez más demandado.
Desde las partes que intervienen, los requisitos del contrato, hasta un completo ejemplo. Todo lo necesario para entender todo lo relacionado con el Factoring.
Partes que intervienen en el contrato
En un contrato intervienen tres personalidades jurídicas, el cedente, el deudor y el Factor y cada una de ellas tiene una función y una naturaleza que hay que especificar en el contrato.
Cedente:
Esta es la compañía o el profesional autónomo que cede en exclusiva a la empresa factor el derecho a la gestión de cobro de sus facturas. El cliente transmite a la empresa factor los créditos que tiene con terceros consecuencia de su actividad mercantil.
Deudor:
Este es el deudor del cliente, cuyo crédito se cede a la empresa factor. Es decir, es la empresa o profesional que está obligado al pago del importe de las facturas por los servicios prestados o los productos adquiridos.
Factor:
Esta es la entidad que presta el servicio de Factoraje, es decir, la que se encarga de adelantar el dinero correspondiente a las facturas de la empresa que le ha contratado.
La empresa factor es la que se encarga de gestionar el cobro con éste. Por tanto, no forma parte de un contrato de factoring como tal, es decir, no figura en el documento, ni tampoco debe participar de él o estar conforme. Dicho de otro modo, su firma no es necesaria para que el contrato de factoring se celebre. Sin embargo, el acuerdo sí le afecta directamente, al cambiar el acreedor de la deuda. Por lo tanto, sí es necesario notificar el inicio de la cesión.
¿Cuáles son los requisitos para firmar un contrato?
Como requisitos a tener en cuenta a la hora de firmar un contrato podemos encontrar los siguientes:
-Las facturas deben de ser originales y correctamente firmadas por el emisor y el obligado al pago.
-Que las facturas no estén vencidas, ni cedidas a otras entidades.
-Las facturas deben pertenecer a una serie de productos entregados o servicios prestados.
-Conocer plenamente la fecha de vencimiento de la factura.
-Es necesaria la notificación al deudor de la cesión de las facturas por parte del cliente a la entidad factor.
-Como último requisito, sería necesario realizar un análisis del riesgo del deudor, analizando su solvencia, para conocer si es viable llevar a cabo una operación.
Ejemplos de contrato
Articulado variable:
El articulado o cláusulas que encontraremos en un contrato de factoring variarán considerablemente en función de la modalidad de financiación a la que nos enfrentemos.
En el caso de un factoring con recurso, por ejemplo, es el cliente el que asume el riesgo de impagos por insolvencia de los deudores. Por tanto, habría que especificar en el contrato, que si el cliente es moroso, la empresa factor no se hace responsable. En este caso, sería el cliente el que debería responder en caso de impago.
Por otro lado, si se trata de un factoring sin recurso, es la empresa factor la que asume este riesgo, por lo que se deberá especificar que si el deudor tiene problemas de solvencia, el cliente seguirá cobrando sus facturas, y la entidad es la que asumirá este riesgo.
Existen, además, otras cláusulas que variaran dependiendo de la opción de financiación seleccionada. Fechas de pago, cuotas o condicionantes específicos de cada caso deben quedar claramente reflejados. Hay un contrato de factoring para cada situación. Se debe especificar, en función del tipo de factoring, las responsabilidades y los riesgos de cada una de las partes.