Cuando abrimos vías para darnos a conocer entre otras empresas, ya sea como potenciales clientes, socios, proveedores o colaboradores, a veces es difícil comunicar nuestro mensaje de manera clara y eficiente. La primera impresión determinará si la otra parte se interesa por lo que tenemos que ofrecerle o no. Pero, muchas veces, contamos con poco tiempo o espacio y muchas ideas que comunicar. Tanto si la comunicación es presencial como si se la hacemos llegar por email, es importante preparar una buena presentación.
A veces, por cuestiones geográficas, operativas o de tiempo, no es posible concertar reuniones con otras empresas, aunque siempre es lo más recomendable, pues la mejor manera de presentar un proyecto es en persona, aclarando dudas y transmitiendo pasión por el mismo.
Cuida la imagen de la presentación...
En cualquier caso, existen unas recomendaciones a tener en cuenta para elaborar una buena presentación para tu empresa. Lo primero será cuidar por igual la imagen y el contenido. Con respecto a la imagen, debe transmitir profesionalidad aunque sin ser demasiado extensa. El tiempo de la persona que va a leer la presentación es tan valioso como el tuyo. Además, es una virtud saber condensar la información importante en pocas páginas. La imagen ofrece un valor visual imposible, por eso no tengas miedo de incluir fotografías. Eso sí, fotos buenas y bien impresas.
No hay ni que decir que debes cuidar la redacción de los textos. Deben estar bien escritos y bien redactados, así que si nadie en la empresa es capaz de hacerlo, habla con un profesional. Esto en lo que se refiere a la imagen.
...Y no descuides el contenido
Siempre es recomendable incluir un pequeño recorrido por la historia de nuestra empresa. Esto ayuda a que el receptor empatice con nosotros y se muestre más abierto a la propuesta. En esa biografía, es importante hacer hincapié en los logros que ya se han conseguido con clientes de los que nos sentimos especialmente orgullosos. Ese sería un buen punto para enlazar con las fortalezas del proyecto que le estamos proponiendo. Es decir, ¿qué puntos fuertes tiene nuestra empresa? Todas tienen alguno, así que aprovecha para mostrarlo.
La visión del negocio también es importante. Qué tipo de relación establece tu empresa con el cliente o cuál es la mejor manera para ti de hacer las cosas. Por último, no te olvides de hablar del equipo humano que pondrá en marcha el producto o servicio que vendes y, por supuesto, los datos de contacto de tu empresa.