Cuando Dina Hoernecke llegó a Barcelona en 2006 invirtió su dinero en una maleta roja y la llenó de juguetes eróticos para vender. No sabía que lo que estaba comprando en ese momento, años después, se convertiría en un símbolo y en un negocio muy exitoso. Desde entonces La Maleta Roja ha salido a Andorra, Portugal, Italia, México y Uruguay; y lo que en su día hizo Hoernecke ahora lo hacen 400 asesoras acompañadas de su correspondiente maleta roja.
La historia de La Maleta Roja no tiene ningún misterio, pero sí mucha intuición y una convicción de que el sexo, como todo en esta vida, se disfruta más cuanto mayor es el conocimiento de las posibilidades que nos brinda.
Asesoramiento, formación y salud sexual
Así pues, la idea de sus creadoras fue no montar una simple sex shop. Partiendo de una visión de que una buena vida sexual es parte de la salud de las personas, el gran éxito de La Maleta Roja es su
equipo de asesoras que no sólo
venden los productos a domicilio sino que
aconsejan a las clientas sobre los que mejor se pueden adaptar a sus necesidades. Esta labor de formación supuso una revolución en el sector de los juguetes eróticos, huérfano hasta ese momento de un enfoque desde el punto de vista de la salud sexual.
Dina Hoernecke lo define como la
profesionalización del erotismo. El mercado de La Maleta Roja son las
mujeres de entre 30 y 45 años, solteras o en pareja, independientemente de su orientación sexual. Además de las reuniones donde la asesora en cuestión acude con su inconfundible maleta roja, la empresa cuenta con varias tiendas en España y Portugal que siguen el
modelo de franquicias. Las condiciones de entrada están en la web de la compañía.
Venta a domicilio y en tiendas
Cada
Boutique Sensual La Maleta Roja es un escaparate de la filosofía de la empresa. Y es precisamente eso lo que se quiere transmitir en estas tiendas: el concepto de La Maleta Roja va más allá de la simple venta de productos eróticos. Queda muy lejos de la sordidez tradicional de algunos sex shops, que echaban para atrás a muchas personas que pretendían iniciarse en el uso de productos eróticos.
Aparte de las tiendas y las asesoras, las oficinas centrales de La Maleta Roja en Barcelona cuentan con
más de 20 trabajadores y trabajadoras y la empresa tiene
su propia marca de productos eróticos.
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