Diferencia entre impuesto directo e impuesto indirecto

Gedesco » Blog » Diferencia entre impuesto directo e impuesto indirecto

Los impuestos son un tipo de tributo que se utiliza para hacer frente, desde la Administración Pública, a necesidades colectivas de una sociedad. Por tanto, debemos pagarlos de forma obligatoria, sin que exista una prestación específica a cambio del dinero que aportamos por el tributo en cuestión. En general, los impuestos se aplican sobre la capacidad económica de los ciudadanos, y en función de cómo se exprese esta capacidad, estaremos frente a impuestos directos o impuestos indirectos. Los impuestos directos serían aquellos que se aplican a una manifestación inmediata de que se tiene dinero. Dicho de otro modo, se grava la posesión de patrimonio o la obtención de una renta. Por ejemplo, tener una casa o cobrar una nómina por trabajo. Cuestiones que demuestran que una persona o empresa tiene capacidad económica, sin necesidad de “gastar” dinero. Los impuestos indirectos serían aquellos que gravan una supuesta capacidad económica, derivada de la adquisición de productos, de la transmisión de bienes y, en definitiva, de actividades relacionadas con el consumo.

El Impuesto sobre el Valor Añadido

Para entender mejor ambos conceptos vamos a utilizar el impuesto más conocido por los ciudadanos, el IVA. El Impuesto sobre el Valor Añadido se aplica en todas aquellas compras de productos o servicios que realizamos. Es decir, gravan la capacidad económica de una persona, basándose en que adquiere productos y realiza una actividad de consumo. Por lo tanto, sería un impuesto indirecto. Este impuesto indirecto grava todos los productos o servicios que son entregados en España a cambio de dinero, a través de la elaboración de una factura que recoge el valor de la operación, el bien o producto que genera la obligación de pago, la cantidad a pagar antes de impuestos, y la cantidad final a abonar tras añadirle el IVA. Los productos o servicios que se comercializan en España deben incluir un coste adicional del 21%, que se atribuye al IVA; pero existen artículos que no tienen esa carga fiscal, sino que pertenecen a otras familias que cuentan con una carga tributaria de IVA menor. La tipología del IVA varía dependiendo de si es IVA reducido (10%, en lugar de 21%), e IVA superreducido (4%). Los ejemplos los encontramos en las entregas, adquisiciones intracomunitarias o las importaciones de bienes, que se gravan en la actualidad con un 10% de IVA, a excepción del tabaco y las bebidas alcohólicas que se registran con un 21%. Las operaciones relacionadas con viviendas y garajes tienen un 10% de IVA, sin embargo, los locales de negocio tributan al 21%. Es importante, por tanto, tener en cuenta la legislación vigente y el tipo de producto que vamos a vender o comprar, con el objetivo de corroborar que se nos está aplicando la cantidad adecuada en el total de la factura. En el IVA superreducido se encuentran los productos naturales, que se incluyen en el Código Alimentario, como la leche, los huevos, el pan, etc. Los libros y los periódicos también están en esta categoría, sin embargo, el material escolar tributa al 21%. En general todos los productos de primera necesidad tienen esta característica de IVA al 4%, de forma que se incluyen también medicamentos, prótesis y sillas de ruedas, por ejemplo. Sirvan todos los ejemplos anteriores para entender que estamos ante un impuesto indirecto porque se aplica a productos que se compran o adquieren. Es decir, se mide la capacidad económica de una persona en función de las opciones de compra que ejecuta.

¿Qué más tipos de impuestos indirectos hay?

¿Qué tipos de impuestos indirectos hay? Quizás te cueste encontrar más impuestos indirectos. Sin embargo, y aunque el IVA es el más conocido, sí que existen otras modalidades, como por ejemplo el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.  Se aplica a transmisiones de bienes y derechos, y por lo tanto, existe un gasto que demuestra una capacidad económica, de ahí que lo encuadremos como impuesto indirecto. La Renta de Aduanas o Impuestos Especiales aplicados al alcohol, los hidrocarburos, el tabaco y la matriculación de medios de transporte, también se incluyen en este grupo.

Impuestos Directos más conocidos

¿Qué tipos de impuestos directos hay? El más común sería el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que se aplica sobre las rentas obtenidas por un individuo. Por tanto, encaja como un guante dentro de la definición de impuesto directo. Grava la renta, considerada ésta como el indicativo del grado de bienestar que goza una persona, lo que a su vez determina cuál debe ser su contribución para sostener el sistema público de servicios y beneficios sociales. El sueldo, en el caso de un asalariado, o las retribuciones percibidas en el caso de un autónomo, los intereses de una cuenta bancaria o los dividendos obtenidos de la posesión de acciones empresariales, estarían sometidas a este tipo de impuesto directo. Este impuesto tiene en cuenta las circunstancias personales y familiares de los ciudadanos, para conocer su verdadera capacidad económica, y es progresivo, ya que el porcentaje que se aplica para determinar qué cantidad debe pagar cada uno varía en proporcionalmente a la renta que se grava (base imponible). Se establece un mínimo personal y familiar con el objetivo de adecuar el impuesto a las circunstancias del contribuyente. Esto se lleva a cabo teniendo en cuenta la inversión en la vivienda habitual, la maternidad, y los donativos que hace el contribuyente, por poner algunos ejemplos.

Otros Impuestos Directos

Además del IRPF, existen otros impuestos directos en España, como por ejemplo el Impuesto sobre la Renta de no residentes, que recae sobre las rentas obtenidas en España por personas que, en realidad, no viven aquí. También corresponde a esta tipología el Impuesto sobre Sociedades, que grava los beneficios que obtienen las empresas por su actividad empresarial, y que se aplica concretamente al beneficio neto (diferencia entre ingresos y gastos). El Impuesto de Sucesiones y Donaciones también sería directo, porque deben hacer frente a él aquellas personas que reciben dinero u otros bienes de forma gratuita. No existe un trabajo de por medio, sino que se trata de herencias o legados que se dejan a otras personas, ya sea en vida o cuando una persona fallece. Otros artículos: