En qué consisten las quitas de deudas
Durante los meses pasados en los que se pusieron en marcha los mecanismos de rescate de determinados paises de la UE se manejó como parte de esos acuerdos el que los acreedores asumieran una quita de las deudas. ¿Qué son realmente las quitas?
Básicamente se trata de un acuerdo entre deudor y acreedor para que éste renuncie a parte de sus derechos de cobro para garantizarse así que el acreedor pueda pagarle el resto.
Cuando una entidad, o en este caso un país, no tiene capacidad para pagar todas sus deudas intenta llegar a un acuerdo para refinanciar esas deudas. En ese acuerdo se puede plantear un mayor plazo de amortización, pero también el someterse a una quita.
La quita supone que la deuda se rebaja, debido a la renuncia sobre una parte de la misma, y eso hace que el acreedor tenga más facilidad para pagar el resto de las cantidades adeudadas. El porcentaje de la deuda que se somete a quita se negocia entre las partes y debe guardar un equilibrio para que una de ellas pueda pagar y la otra no pierda excesivo dinero.
Lógicamente el procedimiento beneficia al deudor, que ve como las cantidades a pagar merman, pero también puede favorecer al acreedor, ya que si la situación es tan mala se arriesga a no cobrar nada y esa renuncia puede garantizar, por lo menos, que se perciba la parte que queda asignada como deuda definitiva.
Los procedimientos de quita son también muy habituales en los concursos de acreedores. Cuando una empresa entra en concurso se valora la deuda total y se negocia con los acreedores, si estos se someten a una quita se garantizan el cobro de determinadas cantidades, que en otras condiciones difícilmente percibirían, a cambio de renunciar al resto del dinero.
Llegados al caso de que haya dudas sobre si cobrar lo que nos deben es mejor negociar e incluso "perdonar" una parte de esa deuda para asegurarse que, por lo menos, vamos a cobrar la otra parte. Por eso las quitas pueden ser un mal menor.
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