Diferencias entre S.L y S.A: ¿Cuál elegir?

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Antes de poner en marcha una empresa es necesario llevar a cabo un proceso en el que se tengan claros una serie de factores. ¡Nada de dejar las cosas a la aventura! Y es que aunque algunos detalles puedan ir retrasándose si no queda otro remedio, otros son fundamentales para registrar tu empresa. Uno de ellos es el de decantarse por el tipo de modalidad empresarial con la que se constituirá el negocio. Hoy vamos a hablar de las formas más comunes, la sociedad anónima y la sociedad limitada, ¿conoces las diferencias entre sl y sa?

¿Qué es una Sociedad Anónima?

Una sociedad anónima (S.A.) es una forma de organización empresarial en la cual el capital social de la empresa está dividido en acciones que pueden ser compradas por cualquier persona. Estas acciones representan la propiedad parcial de la empresa y los accionistas tienen derecho a recibir una parte proporcional de los beneficios de la empresa, así como a participar en las decisiones importantes de la empresa mediante el voto en las asambleas de accionistas. En una sociedad anónima, la responsabilidad de los accionistas se limita a la cantidad de capital que han invertido en la empresa, por lo que no son responsables por las deudas de la empresa más allá de esa cantidad. Esto significa que la empresa tiene una personalidad jurídica separada de la de sus propietarios, lo que la hace más atractiva para inversores y permite que la empresa tenga una existencia independiente de sus fundadores o propietarios originales. Las sociedades anónimas suelen ser utilizadas por empresas grandes o que necesitan grandes cantidades de capital para financiar su crecimiento, ya que les permite recaudar fondos de una gran cantidad de inversores y les ofrece la posibilidad de cotizar en bolsa para aumentar su visibilidad y financiación.

¿Qué es una Sociedad Limitada?

Una sociedad limitada (S.L.) es otra forma de organización empresarial en la que los socios o propietarios de la empresa tienen responsabilidad limitada en función del capital que han aportado a la misma. En este tipo de sociedad, la responsabilidad de los socios está limitada al capital que han invertido y no están obligados a responder con su patrimonio personal ante las deudas de la empresa. A diferencia de las sociedades anónimas, en una sociedad limitada el capital social no está dividido en acciones, sino que está dividido en participaciones o cuotas de igual o diferente valor que representan las partes alícuotas en las que se divide el capital social. Estas participaciones son propiedad de los socios y les confieren el derecho a recibir una parte de los beneficios de la empresa en proporción a su participación. En una sociedad limitada, el número de socios suele ser menor que en una sociedad anónima y no se permite la venta libre de las participaciones. Además, las decisiones importantes se toman mediante acuerdos entre los socios y no en asambleas como ocurre en las sociedades anónimas. Las sociedades limitadas son adecuadas para empresas de menor tamaño y con menos necesidades de financiación, ya que no pueden cotizar en bolsa y suelen ser gestionadas de forma más cercana por sus propietarios.

Diferencias entre sociedad limitada y sociedad anónima

Aunque ambas opciones sean comunes cuando se crea una empresa, existen algunas diferencias que conviene destacar. La primera de ella hace referencia al capital inicial necesario: En la sociedad limitada el capital social mínimo para constituir la empresa es de 3.000 euros y el capital se divide en participaciones. Por su parte, en la sociedad anónima el capital social inicial mínimo es de 60.000 euros y el capital se divide en acciones nominativas o al portador. Otra de las diferencias viene cuando un socio quiere vender su parte correspondiente del negocio: Mientras que los socios de la S.A. pueden vender sus acciones sin ninguna restricción, en una sociedad limitada se deberá comunicar primero al resto de socios el deseo de vender las participaciones, ya que existe un derecho preferente de compra. No obstante estas diferencias, tanto en la sociedad limitada como en la anónima existe una limitación de responsabilidad, a diferencia de lo que ocurre con los autónomos (que responden de todas las deudas incluso con su capital privado).

¿Cuál elegir?

Como todo en esta vida, tendrás que elegir la opción que más te convenga según tus necesidades. Pero si no lo tienes muy claro, igual te ayuda saber que existen un mayor número de sociedades limitadas que de anónimas. Ello se debe principalmente a la gran diferencia que hay entre los desembolsos iniciales a realizar en ambas opciones. Por ello, precisamente la S.L. es un modelo mucho más extendido entre las pequeñas y medianas empresas y la S.A. entre las mayores empresas. Sin embargo, también es cierto que por el hecho de tener que hacer un desembolso inicial mayor para su constitución, a priori la S.A. suele transmitir mejor imagen y mayor fiabilidad.