Los dividendos son los beneficios económicos o rentabilidad que obtiene un inversor por participar en el capital de una empresa a través de la
compra de acciones. Si, como inversores, estamos apoyando un determinado proyecto empresarial, lo hacemos para obtener una rentabilidad superior a la que tendríamos de la mano de productos financieros convencionales, que suelen ofrecer una rentabilidad más baja. Esos beneficios por ‘
apostar’ por una determinada corporación es lo que se conoce como dividendo. Aunque, dentro de este sencillo concepto, existen subconceptos, definiciones y tipos de dividendo que también conviene conocer. El objetivo final de esta guía es valorar y comparar con exactitud dónde nos puede interesar más vender o comprar en función del tipo de dividendo. También vamos a explicar cómo se deben tributar estas ganancias.
Si ganamos dinero a través de los dividendos Hacienda estará ahí para reclamar por su parte. De manera que es conveniente que sepas qué parte de tus ganancias se llevará el Estado, para que tengas una percepción real del neto que llegará a tu bolsillo después de que la empresa de la que participas haya repartido dividendos.
Conceptos básicos asociados a los dividendos
Una vez aclarado lo que es un dividendo y quién puede acceder a él, explicamos a continuación una serie de conceptos asociados que nos ayudarán a entender y calcular mejor dónde nos puede interesar más invertir.
- BPA: estas siglas significan Beneficio Por Acción. Para obtenerlo se dividen las acciones totales por los beneficios totales, de manera que podremos conocer, en función del número de acciones que tenemos, cuánto hemos ganado en el reparto de dividendos.
- Rentabilidad por dividendo: se obtiene al dividir el dividendo obtenido por una acción, entre el precio de la acción en el momento en el que se reparten dividendos.
- Dividendo por acción: se divide el dividendo bruto de la compañía entre el número total de acciones. De este modo, conocemos qué parte de las acciones son remuneradas y en qué medida.
- El PER o el ratio de ganancias: se obtiene dividiendo el precio del mercado de la acción entre el BPA, y sirve para conocer qué opciones tiene un valor de generar dividendos a los accionistas.
Tipos de dividendos
- En efectivo. No es necesario profundizar mucho en este punto. El accionista ha facilitado a la junta un número de cuenta en la que recibirá el dinero. Asegúrate, para posteriores declaraciones de impuestos, si se te pagará el valor bruto o neto.
- Dividendo flexible. En este caso, se puede elegir entre el anterior modelo de cobro, o bien una fórmula de remuneración a través de más acciones. En este caso, el inversor debe valorar, en función de sus planes de cartera, cuál es la opción que más le interesa.
Cómo se tributan los dividendos
Antiguamente la Ley del Impuesto de la Renta eximía del pago de impuestos a las ganancias obtenidas por debajo de los 1.500 euros anuales. Pero ojo. Esto ha cambiado, y en el año 2015 sí tendrás que tributar aunque tus dividendos sean inferiores. De 0 euros y hasta 6.000 euros tienes que pagar unos impuestos del 20% sobre el dividendo obtenido. Esto también ha cambiado tras la reforma tributaria, de manera que tenlo en cuenta para este año 2015, porque el año anterior la tributación para esta horquilla era mayor, concretamente del 21%.
En el caso de que tus beneficios estén en la horquilla que va de los 6.000 a los 50.000 euros tendrás que hacer frente a un 22% de impuestos del total. Este porcentaje asciende al 24% cuando hablamos de dividendos superiores a 50.000 euros.