Para explicar qué es y cómo se llega a una situación de desapalancamiento financiero, vamos a poner un ejemplo que seguramente nos ha ocurrido a nosotros mismos, o alguien de nuestro entorno como consumidores. De esta manera, podremos entender mejor a qué nos referimos cuando hablamos de desapalancamiento financiero en un entorno empresarial.
Desapalancamiento financiero: Definición
A nivel bancario y de inversión también es un término muy utilizado, y en todos estos contextos, el significado y funcionamiento es muy similar al ejemplo que pondremos a continuación. España. Año 2006. La crisis todavía no ha llegado y el precio de la vivienda se encuentra en uno de los puntos más altos de toda su historia. Una pareja decide comprarse un hogar, solicitando un préstamo o hipoteca para poder ejercer el pago de la misma.
El banco, al encontrarnos en un momento económico favorable, concede esta hipoteca a la pareja. Ambos tienen empleo, presentan sus nóminas y el crédito les es concedido. Nadie repara en una hipotética desaceleración y crisis. Todos dan por supuesto que esta pareja mantendrá sus puestos de trabajo de por vida y que sus ingresos nunca se verán mermados a lo largo de su vida laboral.
Pero llega la mencionada desaceleración y posterior crisis. A Juan, el hombre de la pareja, le despiden de su empleo y a María la trasladan a un pequeño pueblo en otra zona del país, con lo que se ven obligados a hacer frente a un alquiler y a la hipoteca. La falta de ingresos generada por el despido de Juan, provoca que la pareja se vea obligada a vender a un precio menor del que adquirió la vivienda con el objetivo de poder satisfacer la deuda hipotecaria.
El valor de su vivienda, en plena crisis ha caído considerablemente. Con el mencionado objetivo Juan y María se ven obligados a vender la casa a un precio menor del que la adquirieron, para solventar la deuda hipotecaria y para mantener, únicamente, el gasto del nuevo alquiler. Ese proceso de tener que vender con rapidez, al no poder soportar el peso de una deuda, es lo que se conoce como desapalancamiento.
El cliente está dispuesto a incurrir en pérdidas pues necesita liquidez, a pesar de la depreciación del bien que adquirió en su momento. Dicho de otro modo, pierde dinero con la venta. Aunque le compensa con el objetivo de no aumentar sus gastos. A nivel empresarial, el desapalancamiento es similar. Una corporación se ve obligada a vender activos por debajo de su valor, con el objetivo de reducir un préstamo que haya cerrado anteriormente con una entidad de crédito.
Cuándo se da el desapalancamiento
Este tipo de procesos se dan especialmente en época de crisis. Son unos procesos que pueden llevar a situaciones peligrosas, dependiendo del nivel de endeudamiento que se haya producido con anterioridad al desapalancamiento. De hecho, son la antesala, en muchas ocasiones, de procesos de recesión y crisis, no sólo en una institución empresarial, sino en la economía a nivel global. Un nivel de endeudamiento excesivo es perjudicial. Es el germen de este efecto de desapalancamiento que hace que los bienes de las empresas tengan menos valor. Se deberían dar, por tanto, tres casos para no caer en el desapalancamiento:
- Que el nivel de deuda no sea excesivamente elevado.
- Que exista una capacidad real de devolución.
- Que la inversión que se vaya a realizar con la deuda contraída sea rentable.
Con estos supuestos, el desapalancamiento tiene menos probabilidades de aparecer y, aunque hemos aclarado que no es peligroso en sí mismo, sí que es cierto que no es una buena noticia ni para las empresas ni para la economía general. Mejor calcular correctamente el riesgo de las operaciones de endeudamiento, en base a los tres puntos comentados con anterioridad.