Los diccionarios de economía definen el concepto de ciclo económico de la siguiente manera: "Conjunto de fenómenos económicos que se suceden en un periodo determinado y que se desarrollan en el sistema capitalista, por lo que también se le llama ciclo económico capitalista. Las fases que se suceden en cada ciclo son: crisis, depresión, recuperación y auge. Todas reflejan las fluctuaciones de la actividad económica, caracterizada por la expansión o la contracción de la producción en la mayoría de los sectores de la economía".
Por tanto, un ciclo económico es el conjunto de fases que se suceden en una economía concreta entre dos crisis. Cada crisis marca el final de un ciclo económico y el principio del siguiente. En el sistema capitalista, a menudo la crisis llega cuando estallan las llamadas burbujas, que indican una subida, fuera de lo normal y durante un tiempo prolongado, del precio de algún producto, que llega a estar muy por encima de su valor real. Su caída, al producirse en un sector importante para la economía, arrastra consigo al conjunto del país. Es lo que ha sucedido en España con el “pinchazo” de la burbuja inmobiliaria.
En la segunda fase, de depresión o recesión, se produce una caída generalizada de la actividad económica, un descenso de la producción, el consumo, la inversión y el empleo. Actualmente, y desde un punto de vista técnico, se habla de recesión cuando una economía cae (el mal llamado “crecimiento negativo”) durante dos trimestres consecutivos. En la fase de recuperación, la actividad económica comienza a remontar, alcanzando su punto más alto en la fase de auge, que puede durar años o tan sólo unos meses para terminar en una nueva crisis.
Aunque en la realidad los ciclos tienen una duración variable, los economistas han descrito ciclos de duración determinada: cortos, medios y largos. Los primeros, analizados por el británico Joseph Kitchin, duran unos 40 meses, afectan a la producción y la demanda de un producto concreto y no alcanzan necesariamente la fase de crisis. Los medios, descritos por el francés Clement Juglar, duran ocho años y medio de promedio y desembocan en crisis espectaculares que no se producen por causas contingentes y fortuitas, sino sistémicas, y que nunca son completamente solucionadas al iniciarse el siguiente período de auge. Y los ciclos de Kondratieff, que toman el nombre del economista ruso que teorizó sobre ellos, duran entre 50 y 60 años y se componen por largas ondas ascendentes (donde el período de crecimiento sería de gran intensidad y las crisis serían breves) y descendentes (con largas y graves crisis y ligeros períodos de recuperación). De este modo, un ciclo largo podría entenderse como compuesto por una serie de ciclos cortos.
Muchos economistas critican estas teorías al considerar que la economía real no sigue modelos preestablecidos. A falta de una teoría definitiva (probablemente inalcanzable, porque la realidad es demasiado cambiante y compleja para ajustarse a un modelo teórico), lo cierto es que la economía capitalista está sometida a fluctuaciones más o menos periódicas... a pesar de que en cada etapa larga de prosperidad vuelve a dominar la amnesia histórica y siempre surgen voces que predican su fin y que afirman que las crisis económicas no volverán jamás.
Otros posts: Confirming Pronto Pago