La mejor definición y explicación de lo que significa este término lo tenemos en sus propias siglas.
CNAE significa
Clasificación
Nacional de
Actividades
Económicas. En esta clasificación, se establece un código, compuesto por números y letras, para clasificar las actividades que realizan las empresas. Dicho sistema tiene una misión estadística. El objetivo es establecer un orden fiable y pormenorizado de dichas actividades, para obtener el máximo detalle posible de ciertas estadísticas relacionadas con la economía de un país.
En definitiva, es un código numérico. Una nomenclatura que tiene validez internacional. De hecho, las últimas actualizaciones del CNAE buscaron una armonización a nivel continental.
La Unión Europea solicitó a los estados miembros acomodar sus sistemas estadísticos a una norma común, que permitiera comparar con facilidad datos entre países miembros, así como de la UE en su conjunto.
Es importante destacar que una empresa no tiene que realizar una gestión específica para estar incluido en el CNAE. Estos datos se extraen de la información facilitada a la Agencia Tributaria y a la Seguridad Social, en el momento en el que una organización empresarial o trabajador autónomo se da de alta. Dicho valor, tampoco se utiliza a nivel fiscal. Su única utilidad es estadística.
Lo que las empresas no saben es la importancia que tiene el CNAE en su calificación crediticia, de ahí que sea muy importante la asignación de la actividad correctamente.
A la hora de elaborar una calificación crediticia para una empresa se tiene en cuenta la evolución de la empresa dentro de su sector, de modo que si en CNAE elegido fuera erróneo, la empresa podría estar cerrándose el acceso a financiación si sus datos en comparativa con el sector arrojaran números débiles.
Nacimiento y evolución de la CNAE
El primer documento que trató de clasificar las actividades económicas data del año 1993. Desde entonces, sólo se produjo una ligera actualización en el año 2003. Sin embargo, era necesaria una remodelación más profunda y segmentada. En este periodo irrumpe Internet y nacen nuevas formas de negocio.
Por otro lado, se produce el auge de los procesos de internacionalización. Lo que se conoce como
globalización, que exige una afinación mayor en los parámetros de medición de las actividades económicas. Por lo tanto, era necesario contar con clasificaciones armonizadas que permitieran comparar diversos parámetros con mayor facilidad, agilizando la obtención de datos y conclusiones.
Fruto de lo anterior, se realiza un proceso de actualización, que incluye una mayor sectorialización de ciertas actividades que, con anterioridad, se agrupaban bajo un mismo paraguas. Algo especialmente notorio en el ámbito de los servicios, en donde el número de categorías aumentó considerablemente, ya en la mencionada actualización del año 2003.
Pero era necesario ir más allá. Entre otras cosas, porque la Unión Europea exigió que todas las clasificaciones de los estados miembros incluyeran una nomenclatura común. De este modo, el CNAE en España se adapta a estas medidas continentales. Se traspone la normativa y nomenclaturas europeas al código español. Y, desde enero del año 2009, todos los países de la Unión utilizan los mismos códigos y nomenclaturas, con el objetivo de unificar datos estadísticos y facilitar la extracción de los mismos y su posterior comparativa.
Actividades incluidas en el CNAE-2009

El documento oficial registrado en el Instituto Nacional de Estadística se compone de más de 270 hojas, en donde se detallan cada una de las actividades en las que pueden encuadrarse las empresas o los trabajadores autónomos. Esto nos da pistas sobre el grado de segmentación de dichas actividades. A grandes rasgos, y según la última actualización publicada por el organismo estadístico (del año 2012), el apartado A corresponde con las actividades de Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Pesca. Dentro de esta categoría, se incluyen más de 130 variedades y actividades distintas.
Es decir, el CNAE de una empresa siempre comenzará con una letra, que ya dará información sobre el sector al que se dedica. A continuación desglosamos el resto de actividades empresariales, y la letra que le corresponde dentro del CNAE.
- La letra B se corresponde con las industrias extractivas.
- La Letra C se utiliza para definir a la industria manufacturera.
- La D con actividades relacionadas con el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado.
- La E con suministro de Agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación.
- La F con actividades de la construcción.
- La G con el comercio al por mayor y al por menor; y también la reparación de vehículos de motor y motocicletas.
- La H para el transporte y el almacenamiento.
- La letra I se utiliza para identificar a las empresas del sector de la hostelería.
- La J identificará a organizaciones empresariales dedicadas a la información y a las comunicaciones.
- La K, para actividades financieras y de seguros
- La L identifica a actividades inmobiliarias
- La M se usa para actividades profesionales, científicas y técnicas.
- La N para actividades administrativas y servicios auxiliares
- La O para organizaciones públicas, de defensa, y la Seguridad Social obligatoria.
- La P, para actividades relacionadas con la educación.
- La Q para actividades sanitarias y de servicios sociales.
- La R para empresas o autónomos que se dediquen a actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento.
- Y la S para otro tipo de servicios.
- Por último, la T sirve para definir actividades de los hogares, como por ejemplo empleadores de personal doméstico.
- Existe una última letra, la U, que se utiliza para denominar a actividades de organizaciones y organismos extraterritoriales.
Dentro de cada una de las anteriores, existen un sinfín de subapartados, que sirven para detectar con mayor nivel de detalle la actividad que una organización empresarial o autónomo realiza.
Por ejemplo, una empresa que fabrique productos de plástico para la construcción tendría, como letra principal de su actividad, la C; al permanecer a la Industria Manufacturera. Dentro de este epígrafe tendríamos que ir al apartado número 22, dedicado a la “Fabricación de productos de caucho y plásticos”. Dentro de este encontramos el 22.2, que hace referencia, únicamente a la fabricación de productos de plástico. Y, por último, al 22.23, que se refiere, más concretamente, a la fabricación de productos de plástico para la construcción, como por ejemplo: puertas, ventanas, marcos, cierres, etc. El CNAE de esta empresa sería el C22.23. Todas las empresas que realicen esta actividad tendrán la misma nomenclatura. De este modo, el Instituto Nacional de Estadística sabe, en un simple vistazo y con un alto nivel de detalle, cuántas empresas de un determinado sector (por muy específico que sea) existen en España. Estas estadísticas son públicas, en la propia página del
INE.
En el siguiente enlace, puedes encontrar las 275 hojas oficiales del Instituto Nacional de Estadística, que detallan hasta el más mínimo detalle todas las actividades comprendidas dentro del CNAE, así como su clasificación exacta por epígrafes y nomenclaturas finales.
Tipos de encuesta basadas en el CNAE
Además del número total de empresas en un determinado ámbito, la CNAE se utiliza para clasificar y obtener datos pormenorizados en relación a:
- la Encuesta de Población Activa (EPA), que es uno de los datos de referencia en la actualidad para conocer el estado del mercado laboral.
- El Directorio de Empresas (DIRCE) que vuelca estadísticas mensuales sobre la evolución en cuanto a creación y destrucción de empresas.
- Encuestas mensuales sobre Comercio.
- Encuestas sobre tecnología de la información, comunicaciones y Comercio Electrónico.
- Encuestas sobre Investigación científica y desarrollo tecnológico.
- Innovación.
- Otras encuestas relacionadas con el coste laboral.