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El caso de éxito de Airbnb
Hay ideas que son capaces de cambiar nuestras vidas. Es el caso de Airbnb, un negocio que ni siquiera existía hace siete años y que en la actualidad es una de las tecnológicas más renombradas del planeta. Airbnb es un ejemplo vivo de cómo una pequeña idea puede escalarse hasta convertirse en un cambio profundo en las formas de disfrutar algo tan ‘viejo’ como es el turismo.
Brian Chesky y Joe Gebbia, sus fundadores, tenían claro que querían ser emprendedores y tener una gran idea al calor del auge de la tecnología en su ciudad, San Francisco. Este deseo no era sólo una idea vaga. Brian y Joe se habían liado la manta a la cabeza, habían dejado sus empleos y se habían dedicado a tiempo completo a una sola tarea: encontrar la idea de negocio que les llevara al estrellado del emprendimiento.
Brian y Joe habían pasado varios meses en ese ‘desierto’ cuando apareció la oportunidad de la forma más insospechada. Nuestros protagonistas necesitaban encontrar una manera de pagar el alquiler y esos días se celebraba en San Francisco un importante congreso de diseño gráfico. Los alojamientos en la zona de la Bahía estaban llenos.
Así, decidieron alquilar a visitantes el poco espacio que tenían disponible en su casa: un sofá y dos camas hinchables que compraron para la ocasión. Para emular a un hotel al uso, decidieron añadir en el paquete el desayuno. Su hostal improvisado fue un éxito.
Si esa idea había para ellos, ¿podría ser extrapolable para miles de personas en cualquier parte del mundo? Como respuesta a esa pregunta nació Airbnb que, de hecho, significa ‘airbed’ –o cama de aire- y ‘bed & breakfast’ –cama y desayuno-. La intención era clara: replicar a gran escala lo que ellos habían hecho en San Francisco. Ya tenían su idea de negocio ganadora.
Sin embargo, el asunto no resultó nada fácil. A los fundadores –a los que se había unido Nathan Blecharczyk- les costó mucho convencer a los numerosos inversores de Silicon Valley. Sencillamente no entendían el negocio. Era demasiado rompedor. Pero todo cambió cuando se abrió la primera puerta. ¡Y menuda puerta! Airbnb entró en Y Combinator, una de las aceleradoras de startups más prestigiosas del mundo.
El impulso de Y Combinator le sirvió para que, por fin, los inversores se fijaran en Airbnb y pronto uno de los ‘reyes’ del sector, Sequoia Capital, decidió invertir, igual que algún rostro famoso, como el actor Ashton Kutcher.
Hoy Airbnb es junto con Uber, una de las empresas líderes de un nuevo segmento, de una nueva forma de hacer negocios: la economía colaborativa, el ‘boom’ económico que amenaza con poner patas arriba sectores tradicionales como la gestión de alojamientos turísticos y el mundo del transporte de viajeros.
En la actualidad, en Airbnb pueden encontrarse más de medio millón de espacios disponibles, que son alquilados directamente por los propietarios, sin intermediarios. TPG Capital, el último gran inversor que ha entrado en el capital de la empresa este mismo mes de marzo, ha valorado Airbnb en más de 10.000 millones de dólares. Una gran cifra para un negocio que empezó con un sofá, dos camas hinchables y dos jóvenes que buscaban comerse el mundo.
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